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Filosofía Traducción

La academia en peligro – Mehdi Belhaj Kacem

Mehdi Belhaj Kacem (1973) es un filósofo y escritor francés de origen tunecino. Publicó su primer novela Cancer en 1994, a la edad de veinte años. Se ha dedicado al ejercicio filósofico, tanto su aprendizaje como su creación, fuera de la formalidad académica. Tuvo como mentor a Alain Badiou, con quien más tarde rompió tanto teórica como personalmente. Fundó y dirigió a finales del siglo pasado la revista filosófica EvidenZ y se le ha asociado con la publicación Tiqqun, de la que sin embargo, ha sido crítico. Además de sus actividades intelectuales, se ha dedicado a la actuación. El presente texto fue escrito en inglés para el portal The Broklyn Rail.


Realicé mis proyectos filosóficos fuera de la universidad. Como todos saben, la filosofía ha sido durante dos siglos la reserva privada de la universidad, y eso, excepto por una docena de nombres, todos los filósofos notables han sido profesores, es decir, funcionarios. La filosofía desde Kant se ha convertido esencialmente en comentario filosófico, la filosofía de la filosofía. Desde entonces no se ha dirigido a nadie más que a los propios filósofos, en lo que yo llamo el esoterismo moderno de la filosofía. Hace poco me di cuenta de que ahora, por primera vez desde Marx y Nietzsche, es posible romper con el estilo esotérico de la filosofía moderna y una vez más proponer, exotéricamente, un sistema filosófico completo. Transgression and the Inexistent, publicado en inglés, establece las premisas para tal abandono del esoterismo, lo cual completaré en los próximos dos años.

La segunda manera en la que me incluyo a mí mismo por exclusión en el panorama contemporáneo y me excluyo por inclusión de éste tiene que ver con mi posición sobre dos pensadores detrás de «Revolución» filosófica más notable de las pasadas dos décadas (el «giro especulativo») : Badiou y Meillassoux.

Tanto como cualquiera, siento la influencia de las filosofías asociadas a estos dos nombres pero una vez más me encuentro contracorriente. Lo que los «realistas especulativos» y otros «nuevos realistas» han retenido de la contribución de Meillassoux es, ante todo, su «anti-correlacionismo» lo cual les permite volver «a las cosas en sí mismas». Esto es, producir «ontologías positivas». Para mí el anti-correlacionismo es una demostración brillante pero algo secundaria en comparación con la verdadera revolución de Meillassoux en la historia de la filosofía: la demostración de la necesidad de la contingencia. Y es precisamente sobre esta revolución que yo, a diferencia de los inquilinos de los «realismos ontológicos», baso mi propio esfuerzo, aunque a partir de esta «base» metafísica de la contingencia absoluta de todas las cosas, saco consecuencias completamente diferentes de las del propio Meillassoux.

Es, por supuesto, a Badiou y no a Meillassoux, a quien debemos el verdadero impulso «revolucionario» detrás del retorno «anti-correlacional» al «realismo ontológico». No solo permitió que todos los nombres emergentes del panorama contemporáneo volvieran a la «ingenuidad ontológica», a pesar de dos siglos de ontologías correlacionales (Hegel, Husserl, Deleuze) y especialmente de crítica ontológica (Kant, Nietzsche, Wittgenstein, Heidegger, et al.), sino que todas estas ontologías se derivan de Badiou. Esto es cierto para las teorías de conjuntos orientadas a la cosa de (Tristan) García, el correlacionismo orientado al objeto de (Graham) Harman, el «Por qué el mundo no existe» de (Markus) Gabriel (que es lo que las dos magnum opus de Badiou habían demostrado), el «nihilismo ontológico» de (Ray) Brassier, etcétera.

Aquí nuevamente, inclusión exclusiva y exclusión inclusiva. Al igual que con Meillassoux, retengo de Badiou lo que casi nadie más retiene, y rechazo absolutamente todo, ya sea «convencional» o «elitista», lo que otros parecen tragar sin hacer preguntas. En términos de la corriente principal, rechazo de inmediato todo lo que Badiou quiere «proponer» a la humanidad en términos de «destino» político y ético. Lo mismo va para sus opiniones sobre ética sexual y arte. El material «elitista» es, por supuesto, el resurgimiento ontológico, que ha generado tantos imitadores. Sin embargo, he demostrado que la equivalencia estricta hipotética entre ontología y matemáticas es simplemente falsa. Especialmente he demostrado que si las matemáticas no fueran ontología, entonces ninguna ontología sería posible. Esto no podría estar más lejos de las conclusiones de todos los «nuevos realismos».

Retengo de Badiou lo más importante, a lo que nadie ha prestado atención: su concepto de verdad, el concepto más sustancial que aparece en la filosofía desde Heidegger. Pero hago un uso completamente diferente, y por una buena razón: mi trabajo ha consistido durante mucho tiempo en una rigurosa deconstrucción de todas las grandes construcciones de Badiou. Sin embargo, esta deconstrucción no ha llevado a una destrucción pura y simple, obligándonos a caminar por siempre a través de un pantano de ruinas conceptuales (el gran eje Heidegger-Derrida). Más bien, ha conducido específicamente a una reconstrucción sistemática: a un nuevo sistema que no debe nada a la deconstrucción sobre la que se erigió.

Gracias al ímpetu de Badiou-Meillassoux, muchos filósofos en el panorama actual han reclamado el término «sistema» erróneamente, a mi parecer en la mayoría de los casos, si no en todos. Me parece que un sistema filosófico debe cumplir al menos con dos criterios: (1) todos sus elementos deben estar vinculados lógicamente y responder el uno por el otro con completa coherencia sin importar dónde comencemos nuestro estudio; (2) debe tener una perspectiva completamente nueva de toda experiencia antropológica, tecnocientífica, erótica, estética, ético-política, legislativa y transgresora. Ninguno de los hoy autoproclamados «sistemas» cumple con estos criterios, y es a partir de este punto muerto que mi trabajo busca emerger. Hasta ahora ha logrado emerger esotéricamente; pronto, espero, también surgirá exotéricamente.

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Literatura Traducción

Algunas reglas para predecir el futuro – Octavia Butler

“¿Así que de verdad crees que en el futuro vamos a tener la clase de problemas sobre los que escribes en tus libros?”, me preguntó un estudiante mientras yo firmaba libros después de una charla. El joven se refería a los problemas que yo había descrito en Parable of the Sower y Parable of the Talents, novelas que toman lugar en un futuro cercano de creciente drogadicción y analfabetismo, marcado por la popularidad de las prisiones y la impopularidad de las escuelas públicas, la grande y creciente brecha entre ricos y todos los demás, y el todo el asqueroso conjunto de problemas provocados por el calentamiento global.

“Yo no fabriqué los problemas”, señalé. “Todo lo que hice fue mirar alrededor de los que estamos descuidando ahora y darles 30 años para convertirse en desastres plenamente desarrollados.”

“Okay”, el joven me retó. “¿Entonces cuál es la respuesta?”

“No hay una”, le dije.

“¿No hay respuesta? ¿Quieres decir que simplemente estamos condenados?” Sonrió como si pensara que esta podría ser una broma.

“No”, respondí. “Quiero decir que no hay una única respuesta que resolverá todos nuestros futuros problemas. No hay una solución mágica. En cambio existen, al menos, miles de respuestas. Tú puedes ser una de ellas si decides serlo.”

Varios días después recibí por correo una copia del artículo del joven publicado en el periódico de su universidad. Menciona mi charla, menciona algunos de mis libros y los problemas futuros que tratan. Después cita su propia pregunta: “¿Cuál es la respuesta?”. El artículo termina con las primeras tres palabras de mi replica, erróneamente dejando solo: “No hay una”.

Es tristemente fácil revertir el significado, de hecho para contar una mentira, ofreciendo una adecuada pero incompleta cita. En este caso fue frustrante porque la única cosa que que yo y mis personajes principales nunca hacemos cuando contemplamos el futuro es perder la esperanza. En realidad, el mero acto de tratar de ver hacia adelante para discernir posibilidades y ofrecer advertencias es en sí mismo un acto de esperanza.

 

Aprender del pasado

Claro, escribir novelas sobre el futuro no me da ninguna habilidad especial para predecirlo. Pero me incentiva para usar nuestros comportamientos pasados y presentes como guías para la clase de mundo que parece que estamos creando. El pasado, por ejemplo, esta lleno de ciclos repetitivos de fuerza y debilidad, sabiduría y estupidez, imperio y cenizas. Estudiar historia es estudiar a la humanidad. Y tratar de predecir el futuro sin estudiar historia es como tratar de aprender a leer sin molestarse por aprender el alfabeto.

Cuando me estaba preparando para escribir Parable of Talents, necesitaba pensar sobre cómo un país podría caer en el fascismo – algo que America hace en Talents. Así que releí El ascenso y caída del Tercer Reich y otros libros sobre la Alemania Nazi. No estaba tan interesada en la Segunda Guerra Mundial sino en la historia previa a la guerra, en cómo Alemania cambió a medida que sufría problemas sociales y económicos, como Hitler y otros golpearon y sedujeron, como los alemanes respondieron al apaleamiento y la seducción, a su propia historia y a como Hitler la usó para manipularlos. Quería entender las mentiras que las personas tienen que contarse a sí mismas cuando están silenciosa o alegremente viendo a sus vecinos ser sustraídos de sus hogares, desaparecidos, asesinados. Diferentes versiones de este horror han sucedido una y otra vez en la historia. Siguen sucediendo en lugares como Ruanda, Bosnia, Kosovo o el Timor Oriental, donde quiera que un grupo de personas les permite a sus líderes de convencerlos de que para su propia protección, la seguridad de sus familias y la seguridad de su país, deben atrapar a sus enemigos: esos otros extraños que hasta ahora eran sus vecinos.

Es bastante fácil detectar este horror cuando pasa en otro lugar del mundo, en otro lugar en el tiempo. Pero si queremos encontrarlo aquí en casa, detectarlo antes de que pueda crecer y sea peor, debemos prestar mayor atención a la historia. Esto me alcanzó hace algún tiempo, cuando vivía cruzando la calle frente a una niña de 15 años cuyo abuelo me pidió ayudarla con su tarea. La niña estaba hacienda un reporte sobre un hombre que había tenido que huir de Europa durante la década de 1930 debido a algunas personas llamadas – ella dudo y luego pronunció una palabra que era claramente poco familiar para ella – “¿los Nayzees?”. Me tomó un momento darme cuenta de que se refería a los Nazis y que ella no sabía absolutamente nada sobre ellos. Nos olvidamos de la historia a nuestro propio riesgo.

 

Respeta la Ley de las Consecuencias

Hace poco me quejé con mi doctor de que la medicina que me prescribió tenía un efecto secundario bastante molesto.

“Puedo darte algo que lo contrarreste”, dijo mi doctor.

“¿Una medicina que contrarreste los efectos de otra medicina?”, pregunté.

Asintió con la cabeza. “Será más cómodo para ti.”

Comencé a retroceder. Odio tomar medicinas. “El problema no es tan malo.”, dije. “Puedo lidiar con ello.”

“No tienes de que preocuparte,” dijo mi doctor. “Esta segunda medicación funciona y no hay efectos secundarios.”

Eso me detuvo. Me hizo absolutamente segura de que no quería la segunda medicina. Me di cuenta de que no creo que haya medicación alguna que no tenga efectos secundarios. No creo que podamos hacer cualquier cosa sin efectos secundarios – también conocidos como consecuencias involuntarias. Esas consecuencias pueden ser benéficas o dañinas. Tal vez sean demasiado leves para importar o tal vez valgan el riesgo porque los potenciales beneficios son geniales, pero las consecuencias siempre están ahí. En Parable of the Sower, mi personaje lo pone de esta manera:

Todo lo que tocas / Lo cambias
Todo lo que Cambias / Te cambia
La única verdad duradera / Es el Cambio
Dios / Es Cambio

 

Se consciente de tu perspectiva

¿Cuántas combinaciones de consecuencias no deseadas y reacciones humanas se necesitan para desviarnos a un futuro que parece desafiar cualquier tendencia obvia? No muchas. Es por eso que predecir el futuro adecuadamente es tan difícil. Algunas de las predicciones más erróneas que he visto son las del tipo lineal, esa es de las que ignora las consecuencias imprevistas, ignora nuestras reacciones a menudo menos lógicas a ellas, y dice simplemente, “en el futuro, vamos a tener más y más de lo que sea que retiene nuestra atención ahora mismo”. Si estamos en un periodo de prosperidad, entonces en el futuro, prosperidad será. Si estamos en un periodo de recesión, estamos condenados a desastres aún mayores. Por supuesto, predecir un estado imposible de prosperidad permanente bien puede ser un acto de miedo y de esperanza supersticiosa en lugar de un acto poco imaginativo, de un pensamiento lineal. Y predecir la fatalidad en tiempos difíciles puede tener más que ver con la tristeza y la depresión del momento que con una idea real de las posibilidades futuras. La superstición, la depresión y el miedo juegan un papel importante en nuestros esfuerzos de predicción.

También es cierto que nuestra posición determina lo que podemos ver. Donde estaba cuando comencé a prestar atención al viaje espacial ciertamente influyó en lo que vi. Seguí la carrera espacial de fines de la década de 1950 y 1960 no porque fuera una carrera, sino porque nos estaba alejando de la Tierra, alejando de casa, alejando para investigar los misterios del universo y, pensé, que para encontrar nuevos hogares para la humanidad ahí afuera. Esto me atrajo, al menos en parte, porque estaba en la adolescencia y comenzaba a pensar en dejar la casa de mi madre e investigar los misterios de mi propia adultez.

El Apolo 11 llegó a la Luna en julio de 1969. Para entonces ya me había ido de casa y creía que estaba viendo a la humanidad dejar la suya también. Supuse que estableceríamos colonias lunares y eventualmente enviaríamos gente a Marte. Probablemente haremos esas cosas algún día, pero nunca imaginé que tomaría tanto tiempo. Moraleja: las ilusiones no son más útiles para predecir el futuro que el miedo, la superstición o la depresión.

 

Contar con las sorpresas

Estaba hablando con un grupo de estudiantes universitarios no hace mucho y les mencioné el temor que alguna vez tuvimos de una guerra nuclear con la Unión Soviética. Los chicos con los que estaba hablando nacieron alrededor de 1980, y uno de ellas dijo que nunca se había preocupado por la guerra nuclear. Nunca había creído que tal cosa pudiera suceder, pensó que la idea en su totalidad no tenía sentido.

No podía imaginar que durante los días de la Guerra Fría de los años sesenta, setenta y ochenta, nadie se hubiera atrevido a predecir una resolución pacífica en los noventa. Recordé los simulacros de ataques aéreos cuando estaba en la escuela primaria, cómo nos arrodillábamos cabeza abajo contra las paredes del corredor con nuestras manos descubiertas supuestamente protegiendo nuestros cuellos descubiertos, esperando que si alguna vez ocurriera la guerra nuclear, Los Ángeles se salvaría. Pero la amenaza de una guerra nuclear se ha ido, al menos por el momento, porque para nuestra sorpresa nuestro principal rival, la Unión Soviética, se disolvió. No importa cuánto intentemos prever el futuro, siempre hay sorpresas. La única predicción segura es que siempre la habrá.

Entonces, ¿por qué tratar de predecir el futuro si es tan difícil, tan casi imposible? Porque hacer predicciones es una forma de advertir cuando nos vemos a nosotros mismos ir a la deriva en direcciones peligrosas. Porque la predicción es una forma útil de señalar caminos más seguros y sensatos. Porque, sobre todo, nuestro mañana es el hijo de nuestro hoy. A través del pensamiento y la acción, ejercemos una gran influencia sobre este niño, a pesar de que no podemos controlarlo absolutamente. Sin embargo, el mejor pensar sobre él. Lo mejor es tratar de darle forma a algo bueno. Lo mejor es hacer eso por cualquier niño.

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Feminismo Traducción

¿Por qué las rebeliones homosexuales de 1960 tuvieron que estallar “desde abajo”? – Leslie Feinberg

Leslie Feinberg (1949-2014) nació en Estados Unidos en el seno de una familia judía de clase trabajadora y si bien no terminó la escuela media superior teniendo que emplearse desde muy joven, no le bastó más que su propia experiencia como lesbiana, transgénero y obrerx para dedicarse tanto a la escritura como a la militancia. Se unió a los veintitantos años al Workers World Party y llegó a ser editor/a y columnista de su órgano de difusión Workers World. Este texto forma parte de una serie de varios capítulos escritos para éste sobre la historia del Movimiento LGBT en diferentes partes del mundo, enmarcada en la lucha de clases. Leslie quería que no sólo se le recordase como un/a guerrerx transgénero, sino también como comunista.


Las rebeliones de la década de 1960 que estallaron en respuesta a las redadas policiales en bares gays y trans, culminando en 1969 con la Rebelión de Stonewall en Greenwich Village, Manhattan, no fueron guiadas o apoyadadas por las organizaciones nacionales de homosexuales y lesbianas. La política de estas organizaciones, principalmente blancas y de clase media – Mattachine  y Daughter of Bilitis – les había impedido que se unieran con lxs más oprimidxs.

Lxs líderes de ambas, Mattachine y DOB, en su apelación al establecido de derechos, habían acentuado la necesidad de adherirse a las maneras de vestir y de comportamiento de género.  El código de vestimenta impuesto por ambas organizaciones excluyó la variante de género de lesbianas y hombres gays, atrayendo a sus filas en cambio a esxs que podían “encajar”.

Aquellxs cuya expresión de género no podía ajustarse fueron atraídxs por la fuerza social de la comunidad fundada en los bares de gays y lesbianas. Como resultado, los bares fueron a menudo difíciles de categorizar como gays o lésbicos a diferencia de bares drags (transgénero, en el lenguaje de hoy), ya que aquellxs que eran de género variante, así como amantes del mismo sexo, forjaron alianzas sociales allí. En una era de total segregación racial, los bares con frecuencia también eran multirraciales – negros, latinxs, nativxs y blancxs – en algunas ciudades.

Los dirigentes de Mattachine y DOB culpaban a la vestimenta y al comportamiento tanto como a la visibilidad social del travestismo de lesbianas butch y drag queens en los bares de la clase obrera, por atraer las violentas redadas policiales.

La misma perspectiva política que guardaban Mattachine y DOB de defender al más oprimidx terminaron por dividirlxs también entre ellxs. Algunos de los hombres de Mattachine culpaban a las lesbianas de ser “separatistas” por formar su propia organización. Este argumento ignoraba la carga que las lesbianas enfrentaban como mujeres. Esto también permitió a los hombres desengancharse de su propia lucha contra el sexismo.

Por otro lado, en vez de unirse a los hombres para confrontar la brutalidad policial, algunxs de lxs dirigentes de DOB culparon a los hombres gays the Mattachine por ser arrestados mientras tenían sexo afuera de sus casas.

Ken Burns, quien se impulsó a ser presidente de Mattachine sobre una ola de anticomunismo, argumentó que “debemos culparnxs a nosotrxs mismxs por nuestra propia situación. ¿Cuándo vamos a darnos cuenta los homosexuales que para que la reforma social sea efectiva, debe ser precedida por una reforma personal?”.

Las editoriales en Ladder –la publicación ampliamente circulada de DOB – denunciaba a las lesbianas que vestían pantalones y cabello corto, aconsejándoles a hacer “un poco de ‘patrullaje’ por su propia cuenta”.

 

Lucha de clases

Barbara Gittings, la trabajadora lesbiana de biblioteca quien fundó la primer sección de DOB en la Costa Este de Manhattan en 1958 y quien editó Ladder por tres años, habló con el historiador Jonathan Katz en una entrevista en 1974 acerca de la dirección de DOB para “encajar”.

Gittings representó una corriente de izquierda en DOB y más tarde encabezó la Fuerza Especial de la Gay Liberation of the American Library Association.

Gittings recordó: “La apariencía y el comportamiento fueron muy importantes. Necesitábamos la aceptación de la sociedad, eso pensábamos, así que nos preparamos para conseguirla. Hubo un incidente en una de las primeras convenciones nacionales de Daughters of Bilitis (en Los Ángeles, creo), donde una mujer que había estado viviendo casi como travesti la mayor parte de su vida fue persuadida, para la finalidad asistir a dicha convención, a vestir un atuendo femenino, a arreglarse ella misma tan ‘afeminada’ como pudiera, dado que las prendas femeninas eran totalmente ajenas a ella.

“Todo mundo se alegró sobre esto como si alguna gran victoria hubiera sido cumplida, la ‘feminización’ de esta mujer. Hoy estaríamos horrorizados ante cualquiera que pensara que este tipo de evangelismo tiene un propósito legítimo. Sin embargo, en el momento, me uní al regocijo. Al mismo tiempo había ahí alguna especie de reserva en mí mente; sentí que había algo grotesco respecto a estas mujeres tratando de lucir ‘normal’ con el propósito de aparecer en esta convención.”

Tanto Mattachine como DOB argumentaban que el código de vestimenta creaba un espacio seguro para homosexuales y lesbianas, ya que el travestismo era contra la ley. Por supuesto, también lo fue el amor del mismo sexo. Tratando de distanciarse así mismos de la desviación de género no protegían a la organización del Estado. Lillian Faderman escribió en su libro “Odd Girls and Twilight Lovers” que informantes de la policía se habían infiltrado en DOB durante la Guerra Fría y estaban canalizando los nombres de los miembros del grupo al FBI y la CIA.

En realidad, la exigencia a adherirse a la conformidad de género fue sólo una expresión de la lucha de clases dentro de lo que se convertiría el movimiento moderno de lesbianas, gays, bisexuals y transexuales (LGBT). El código de vestimenta reveló en sí mismo la distancia entre las necesidades y las demandas, de la clase trabajadora y de los sectores más oprimidos de la población LGBT, y aquellxs de clase media. El historiador John D’Emilia escribió: “DOB tomó especial cuidado en disociar a la mayoría de las lesbianas de lxs clientes de los bares. Las mujeres homosexuales ‘no son unas parranderas’, delcaró un oficial, ‘sino personas con empleos estables, la mayoría de ellas en buenas posiciones’”.

Además, este llamado a “encajar” dejó al descubierto que lxs dirigentes de DOB y Mattachine buscaron a los gobernantes de la sociedad para que los guiaran hacia sus bien merecidos derechos, no a lxs gobernadxs.

No obstante, cartas dirigidas al editor de Ladder revelaron que no todo mundo estaba de acuerdo con la propuesta política de culpar a aquellxs que quedaran fuera del código de vestimenta de la organización.

Por ejemplo, la dramaturga afro-americana Lorraine Hansberry – autora de Raisin in the Sun – escribió varias cartas a Ladder. Llamaba a poner fin a las “conferencias… sobre cómo parecer aceptable al grupo social dominate. (…) Unx es oprimidx o discriminadx porque es diferente, no ‘incorrectx’ o ‘malx’”.

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Entrevista Feminismo Traducción

Patrick Califia – Entrevista

Patrick Califia (1954) es un escritor trans estadounidense que aborda la sexualidad y lo erótico desde el lesbianismo y el BDSM. Psicólogo de formación, ha publicado en una variada cantidad de estilos que van desde el ensayo académico, la novela, el relato corto y la poesía. Fundó junto a Gayle Rubin a finales de los setenta el colectivo lesbo-feminista y sadomasoquista Samois. En la década de los noventa transicionó a hombre y se le diagnosticó fibromialgia. Ha ejercido como terapeuta sexual y familiar. Dado que su obra no ha sido traducida al español, este es un pequeño intento de traerle al mundo hispanohablante. La presente entrevista data de noviembre de 2009 y fue hecha por Luna Allison para Xtra.


Antes que nada, estaba realmente emocionada de escuchar sobre la reedición de Macho Sluts por su 20 aniversario como parte de la serie Little Sister’s Classics. ¿Cómo fue sacar ese libro de nuevo al mundo después de todos estos años?

(Risas) Muchas cosas ha cambiado desde entonces, cuando escribí ese libro estaba en mis veintitantos años, y ahora tengo 55. Y, sabes, sabía en el momento en que fue publicado que sería controversial, pero no anticipé el vehemente y desagradable alcance de las guerras sexuales feministas. Creo que otra diferencia es que, en el momento en que fue publicado, no había mucho de una comunidad lesbiana sadomasoquista — estaba empezando — y ahora tenemos una enorme y diversa comunidad BDSM. Es algo agradable ver que las cosas que quería que sucedieran como resultado de escribir el libro realmente han sucedido.

Al mismo tiempo yo hice una transición de género y vivo ahora como Patrick. Así que es un poco extraño ir atrás y reconciliar mi historia lesbiana con la vida que tengo ahora. Realmente me preguntaba si la gente podría pensar que el libro se había vuelto irrelevante por los cambios personales que atravesé.

¿Has tenido esa reacción de alguien?

Bueno…¡no todavía!

(Risas)

Sentí que era realmente necesario para mí escribir una introducción y hablar sobre algunas de estas cuestiones y, ojalá, darle a las personas una perspectiva sobre ello.

Macho Slut es todo acerca de dónde el placer y el dolor se encuentran en el sadomasoquismo.

Sí.

Pero cuando vengas a Ottawa esta vez, estarás tomando otro enfoque al dolor sexual y al pacer en tu taller «Poniéndote caliente cuando te lastimas». ¿Podrías decirme qué te inspiró a hacer este taller?

Bueno, he vivido con fibromialgia por, dios, unos veinte años ahora. Cuando al principio escribí Sapphistry: The Book of Lesbian Sexuality, era muy importante para mí incluir una sección sobre sexo y discapacidad. Supongo que realmente esperaba eso, después de que el libro fue publicado, podría ser uno dentro de una plétora entera de libros sobre sexualidad y discapacidad e imagen corporal.

Tristemente esto no se ha materializado. Y sin embargo, el hecho es que casi en todos los puntos de la vida de casi todas personas las, vamos a pasar algún tipo de periodo de enfermedad o discapacidad. Así que parece información importante tener para todxs nosotrxs. La idea de que puedas dividir el mundo entre cuerpos sanos y gente discapacitada, entre dos discretas y separadas poblaciones, son sólo ilusiones.

Sí, es bastante ridículo.

Claro, es una defensa contra el hecho de que nuestros cuerpos son frágiles y mortales.

Y vulnerables.

¡Sí, y muy vulnerables! ¿No nos gustaría a todos pretender que somos inmortales e impermeables a la enfermedad o al peligro o a cualquier tipo de daño? Creo que la mayoría de la gente vive como si fueran inmortales y no son demasiado conscientes sobre las limitaciones de sus cuerpos. No son muy atentos al cuidado propio del que nuestros cuerpos podrían beneficiarse.

Y creo que, en el industrializado occidente, seguimos teniendo esta división entre espíritu y cuerpo, y el espíritu es supuestamente mucho más importante que el cuerpo. El espíritu va hacia una recompensa eterna mientras que el cuerpo es vulnerable a las tentaciones del pecado y el mal. No hemos aún remediado esa dicotomía y, en el capitalismo, tienes la complicación adicional de que sólo la juventud y la belleza son fuertes y valoradas.

Así que las personas que no son cuerpos sanos realmente no son valoradas – son empujadas a un lado. Creo que las personas tienen miedo a pensar mucho sobre esto. Es un poco doloroso ser conscientes de cuántos privilegios puedes perder de pronto por tener tu cuerpo limitado.

¿Ves este taller más como transmitir información al público general o para llegar a las personas que luchan con el dolor y las limitaciones corporales en sus vidas sexuales?

Estoy enmarcándolo más para personas discapacitadas que para sus cuidadores o aliadxs, pero pienso que será relevante para cualquiera que se preocupe sobre este asunto. Hay un montón de escritos sobre personas discapacitadas que son más bien objetivas y condescendientes, así que es realmente importante para nosotrxs hablar sobre nuestras propias experiencias. Y la discapacidad abarca muchas experiencias diferentes.

Realmente espero que haya gente en situaciones diferentes así que tal vez podamos tener un diálogo sobre cómo esto afecta todo el asunto de sentirse atractivx, como estar en contacto con el erotismo, como expresarlo, como encontrar parejas, todo eso.

Llevas viviendo con dolor crónico por un tiempo bastante largo. ¿El BDSM te ha enseñado tu habilidad para estar con el tu dolor en términos de sexualidad?

Es raro. Esa es una pregunta que me preguntan mucho. Y tengo que decir que no, realmente no. Hay una gran diferencia entre dolor deseado y no deseado. En el sadomasoquismo es algo que tú has anticipado y planeado y has trabajado muy duro para que suceda y estás de verdad emocionadx sobre ello y feliz. Tal vez estés nerviosx, pero es un poco de nervios, una anticipación alegre.

La manera en que las personas se sienten por el dolor crónico es totalmente diferente. Es más como, ¿cómo lidiar con este huésped indeseado sin llegar a tener una relación hostil con tu propio cuerpo o una actitud de autoculpa?

Quisiera cambiar de tema aquí por un minuto. Parece que siempre estás trabajando en un proyecto emocionante u otro…

(risas) Sí.

…pero he oído rumores de que estás trabajando en un libro sobre sexualidad FTM*. ¿Puedes hablar sobre eso?

Lentamente, sí. Muy lentamente estoy trabajando eso. Estoy asumiendo que tendrá que ser autopublicado. No he podido encontrar a un/x editor/x que esté interesadx en ello – de nuevo, porque se piensa que es un tema que sólo le interesa a unas pocas personas, así que no es visto con potencial comercial.

Ahora mismo, todo el campo editorial está en muchas dificultades financieras, pienso que lxs editorxs están en realidad cubriendo sus apuestas y tratando de ir con los proyectos que parecen tener el mayor atractivo difundido. Así que los libros queer y feministas están siendo realmente ignorados. Se está haciendo más difícil ser escritor ahora de lo que era cuando empecé a hacer esto.

Pero de cualquier manera, este proyecto es complicado por un montón de razones diferentes. Una es que hay muchos tipos distintos de cuerpos FTM; hay muchos caminos a la transición y no todxs escogen hacerlo médicamente. También hay un montón de distintas orientaciones sexuales – asexualidad, heterosexualidad, bisexualidad, homosexualidad. Y así, estoy tratando de dirigirme a muchas diferentes necesidades, todo en un libro. Me siento cómodo con eso, pero me preocupa que a veces haya separaciones entre las comunidades FTM, por ejemplo, entre hombres transgénero homosexuales y heterosuales. Hay hombres transgénero homosexuales que pueden ser bastante homofóbicos.

Sólo estoy esperando que el libro no vaya a tener la misma reacción hostil que tuvo Sapphistry, pero tengo la sensación de que es probable que provoque tanto mucha consternación y enojo y controversia. Es realmente duro hablar sobre sexualidad y ofrecer información sin personas que lo reciban como si estuvieses abogando por cada variación controvertida.

Totalmente. Pero mientras tanto, antes de que este libro encuentre su camino afuera del mundo, has estado haciendo talleres sobre este tema para hombres trans y sus parejas y aliadxs. Ya que vas a realizar ese taller durante tu visita a Ottawa, ¿me pregunto si podrías decirle a las personas qué podrían esperar si asisten?

Cubrimos algo del mismo material que quiero cubrir en el libro. Quiero reconocer el rango de cuerpos e identidades FTM y hablar sobre las diferencias entre orientación sexual y género, y me gustaría poder hablar sobre como nuestro sentido de nosotros mismos como hombres u hombres de experiencia transgénero, puede afectar nuestra capacidad de aceptar o dar placer sexual. Estaré hablando probablemente sobre algunas técnicas específicas, pero pienso que probablemente hablaré más sobre el lado emocional y psicológico de las cosas.

A veces la cosa más dura sobre el sexo para hombres trans es sólo creer que somos atractivos, que otra gente valida nuestras identidades y que está bien para nosotros ser actores físicos en el reino sexual – que no tenemos que contenernos en orden de preservar una ilusión de masculinización.

Los hombres trans están tratando de hacer algo muy difícil. Estamos tratando de ser hombres en el reino erótico, y todavía, estamos haciéndolo con cuerpos que no son convencionalmente masculinos. Todo el proyecto es crear un nuevo tipo de masculinización y un nuevo tipo de masculinidad.

¿Puedes decir más sobre esto?

Sí, ¡en el taller! (risas)

¡Bastante justo! Tenemos sólo una poca prueba. ¿Entonces qué más estás trabajando en estos días?

Bueno, estoy trabajando en un artículo para la Academia Americana de la Religión que probablemente entregaré antes de ir a Ottawa. Es sobre el debate del matrimonio homosexual y sobre el camino que los argumentos sobre monogamia y sadomasoquismo han sido usados por la nueva derecha para tratar de controlar la discusión por completo. Y también sobre las divisiones dentro de la comunidad gay sobre esto. ¿En qué más estoy trabajando? ¡Oh dios mío, muchas cosas!

Tengo otro libro de vampiros en el que estoy trabajando. Es una especie de precuela a Immortal Companion. Toma lugar antes de que ese libro sucediera con un conjunto de personajes diferentes por completo. Y una nueva colección de ensayos que probablemente saldrán en algún punto.

Genial. ¿Ensayos sobre qué?

¿No sé si viste el libro Sex Changes: The Politics of Transgenderism? Lo que había querido hacer por un largo tiempo es un libro muy similar pero sobre BDSM, hablando sobre cómo el BDSM terminó siendo patologizado, hacer algo de deconstrucción de ello y una suma de los problemas políticos que la comunidad sadomasoquista moderna enfrenta y hablar sobre alguna estrategia.

¿Estrategia para el diálogo?

Para el dialogo y la educación pero también para el activismo, para el cambio social.

Eso suena emocionante.

¡Sí, y también es muy largo!


*Female to male: mujer a hombre.